noviembre 2013



Tendió las manos abiertas
buscando apoyo.

Manos que fueron impulso
para abrir nuevos caminos,
que no dudaron
en dar parte de sí mismas
en la ilusión de una esperanza compartida.

Manos que ahora, 
cuando se llenan de sombras impotentes,
tan sólo reciben
la niebla de la amable indiferencia,
el cortés saludo de la incomprensión 
o el peso denso de la queja.

Manos que la noche
hace cada vez más suyas
al ir colmándolas de olvido.

@Alfredo Vilchez






Creyó inútil su existencia
hundida por un mundo insoportable,
pero en el suelo blanco de la tarde oscura
vió como la nieve se rompía
por la fuerza de un empuje arrollador.

Y supo que, otra vez, la Tierra
le marcaba el camino y la esperanza.

@Alfredo Vilchez




Cuando la palabra se agita y contrae
para verse a sí misma como único horizonte,
es vana su escritura.

Cuando la palabra deja de ser voz para ojos silenciosos
y se quiebra en confusos laberintos,
está muy cerca del extravío.

Cuando la palabra se olvida
de que sólo es cauce abierto del pensamiento
pierde su razón de existir.

@Alfredo Vilchez



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