La mirada, fija y fiera,
Las orejas, levantadas.
El ánimo siempre atento
para cumplir con la guarda,
que en cuestión de obligación
creo que nadie me iguala.
Pero, eso sí, siempre y cuando
no me encuentre con la tapia
y este sol de privilegio
que calienta las entrañas.
En ese caso.. ¡ lo siento!
Ya vigilaré mañana.
@ Alfredo Vilchez
Donde la cumbre se rompe,
donde deja ver su entraña de piedra
en un grito vertical sin límite
que se hunde en el valle
y deja el horizonte a ras de vielo,
roca y hombre se entrelazan
en un abrazo intimo y profundo,
en un mutuo pálpito de vida
que detiene el tiempo en cada gesto
para sumar mil esperanzas
por un sendero sin huellas
que asciende, poco a poco,
hacia la cima.
@Alfredo Wilchez
Tenía los ojos cerrados
y el pensamiento suelto,
buscando palabras
por campos imaginarios.
Un ruido fuera.
Un aleteo.
Y la mañana le trajo la sonrisa
en los brazos del viento.
@Alfredo Vilchez
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