La voz de la lluvia
hizo más grande el silencio
abrazando el ruido
con sus manos de agua,
al tiempo que dejaba,
vestido en plata,
todo un mundo de vida
sobre las hojas muertas.
@Alfredo Vilchez
En los rincones imprecisos de la noche
su mente fue desorden,
barahúnda de ideas,
confusión de sueños sin límites.
Después,
la luz de la mañana,
recién nacida,
se derramó en sus ojos insomnes
llenándolos de certezas,
aunque su espíritu siguió enredado
en la madeja de una existencia
que aunaba un pasado de recuerdos,
un presente desconcertado
y un escaso futuro.
@Alfredo Vilchez
Con el último adios
cesó el grito insolente,
y en el suave abrazo del ocaso
la tarde se fue llenando de silencio.
@Alfredo Vilchez
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