Quiso sentir en la cara
el frío abrazo del viento
para hablarle como amigo,
como quien canta un recuerdo
de cuando el alma era libre
sin supeditarse al miedo.
Le dijo el viento en susurro
que importa más el deseo
de poder seguir su vida
tras mirarse muy por dentro,
de comprender las razones
que dan a su pensamiento
ese color que distingue
su esencia de la del resto,
y así seguir su camino
buscando su propio fuego.
@Alfredo Vilchez
Juntas las manos
abrieron horizontes de esperanza,
y se les llenaron de vida
entre las imprecisas luces del alba.
Luego, las voces se alzaron con el viento
en una canción permanente,
que fue forjando mil auroras
con otra dimensión de la existencia.
Pasadas calmas y tormentas,
las manos se abrieron a la luz,
alzándose, resueltas,
para impulsar un nuevo vuelo
que abriese su propia senda
entre las nieblas imprecisas del destino.
Después... quedaron vacías,
y se llenaron de sombras,
de lágrimas de silencio,
de surcos de soledad.
@Alfredo Vilchez
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