septiembre 2014


Junto al camino,
muy próxima a la tierra,
y por ello lejos de la prisa
... y de la ignorancia,
la pequeña flor de seda
se abre en luz,
haciendo de la humildad esplendor
para quien sabe detenerse
ante el permanente milagro de la Naturaleza.


@Alfredo Vilchez



Esta mañana, muy temprano,
cuando todavía el sol no abrazaba a la tierra,
pasé un puente.
Un puente sobre una gran río
sin agua,
pero de caudal tumultuoso
donde bullía la existencia de los hombres
como a mi me ocurriera en otros años.

Pero ahora llevaba el tiempo en mi mochila
para usarlo a mi manera,
y tenía el ánimo dispuesto
para llenarlo
de cuanto la vida abría ante mis pasos.

Fue un momento de plenitud.
Mas, en mi complacencia, 
también había pesar
por el ineludible destino de cuantos se agitaban
en el turbión que la ciudad remueve.


@Alfredo Vilchez





Junto a la fuente,
con la hermandad del árbol
y la complicidad del viento,
olvidó las voces de inútil existencia
que habían llenado el sol de algarabía,
anulando el pensamiento.

Pudo, al fin disfrutar
con el silencio de la Tierra
henchido de rumores de tormenta, 
añoranzas de agua,
clamores de hojas
y cantos de soledad...

... porque únicamente en soledad
se puede comprender el bosque.


@Alfredo Vilchez




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