noviembre 2015

La ciudad se yergue,
orgullosa,
mostrando su dominio,
limitando el horizonte,
señoreando un futuro
al parecer inevitable
en que el hierro sustituya al árbol
y el asfalto a la pradera.

Pero,
bajo la tersa superficie,
su corazón es broza,
desecho, desperdicio,
cascote, escombro y risco
oculto para la apariencia
como la trágica mentira de su porvenir.

@Alfredo Vilchez




Luz de otoño,
muerte fértil henchida de viento
que deja inerme su origen
para abrazar la tierra,
para abrigar la semilla,
para ser esencia de futuro
y dar color
a los senderos de sueños de los hombres.

@Alfredo Vilchez





Huyó la luz.
Las sombras se cerraron
como un arcano laberinto,
pero en el corazón abierto de la noche
surgió un destello,
una fulgurante herida
que rompió en sangre las tinieblas
y extendió con sus reflejos
anchos senderos de fantasía
para poder soñar despierto
frente al cálido pálpito del fuego.

@Alfredo Vilchez


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