poemas de noviembre 2017

Abrió la puerta de sombras
donde acababa el sendero,
aquella vereda oscura
de setos negros
cuajados de angustia y desaliento.


Frente a él, la luz,
un horizonte infinito
lleno de promesas,
una tierra de vida
de incontables caminos.


Parado en el quicio del portillo
dudaba si dejar la umbría,
prendido por el miedo
al alcance de las tinieblas
que habían alterado su destino.


Pero sintió la voz de la montaña,
notó en el rostro de caricia del viento,
llenó sus ojos con colores de esperanza,
miró dentro de si profundamente,
y dio el primer paso hacia la nueva libertad.

@Alfredo Vilchez


Levanté la vista del libro
y la vi,
sentada enfrente
con la mirada puesta en otras páginas
que sostenía con manos ajadas
por el tiempo y el trabajo.

Miré su cara y su pelo
que eran reflejo de años de viviencias.
¿Qué fue de aquella mujer
de cabello largo y sólido,
de figura esbelta y expresión alegre?

En un momento alzó la cabeza
y me miró
con las gafas ligeramente caídas,
los ojos muy abiertos,
como sorprendida,
y fue como la luz del sol
en la niebla de la memoria.

En sus pupilas francas y limpias
volví a ver el valor, la energía,

la forma alegre de enfrentarse al mundo,
la firme decisión de proteger lo suyo
y aceptar cualquier sacrificio
por aquellos en quien puso su cariño.
Y di gracias a Dios
por todos los años que llevamos juntos,
deseando que ella pueda ver en mis ojos
la belleza que yo veo en los suyos.

@Alfredo Vilchez



En sueños vio, rebosante,
el cajón mundano de su alma
y pensó que debía quitar lastres
para afrontar la última etapa
sin condicionantes inútiles
ni aspiraciones superfluas.

Eliminó el fardo de la ambición,
quitó el atadijo informe de las conveniencias,
suprimió el embalaje de las pasiones,
y recogió los múltiples envoltorios de las rutinas.

Quedó el cajón vació.
Pero, en el fondo observó, sorprendido,
una luz limpia, un aire fresco,
que parecía anunciar otra existencia
que había olvidado hacía tiempo.

Quizá un mundo libre - se dijo.
Quizá un sendero abierto - pensó.
¿O quizá Dios? -presintió.
Y cuando la conjetura se fue haciendo certeza
despertó, pero sintió la mañana con plenitud.

@Alfredo Vilchez.


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