Incidiendo en el tema de “celebrar” la Navidad con el derroche, quiero incluiros como contraste dos textos del informe anual de Ayuda en Acción de Nepal. Leerlos o no ya es cosa que os incumbe sólo a vosotros. Los comentarios entre corchetes son míos.
Ahora soy fuerte
[Menuka Bajgai, de 35 años, viuda desde hace seis años y con varios hijos]
“Un día, en el 2010, asistí al centro reflect, de Action-Aid. Me gustó el debate en el que participé, y compartí mis problemas allí. Estoy muy contenta de haber recibido un préstamo de 25.000 NRs (208 €) [media consola de videojuegos] para abrir una pequeña tienda-carro portátil para vender alubias secas. Gano aproximadamente entre 250 NRs y 400 NRs (2’08-3’33 €) al día [los 20 € que vale una Barbie o un juego para móvil serían 2.402 NRs]. Con los ingresos que obtengo de mi tienda puedo cuidar de mi familia.”
Mejor vida a través del cultivo de verduras
[Babukaji Nagarkoti, agricultor de 45 años, casado y con 3 hijos]
Mi vida cambió positivamente cuando Action-Aid comenzó un programa de empoderamiento en nuestra aldea hace dos años. También crearon un grupo de agricultores llamado Karmanasa y me hice miembro de él. Allí aprendí una nueva técnica de cultivo, gracias a la cual se ha incrementado nuestra productividad en un 50%, y mis ingresos mensuales se han incrementado hasta los 12.000 NRs (100 €) [un par de perfumes, de aquí] que garantizan la salud y nutrición de mi familia. También hemos empezado a ahorrar 50 NRs (0’41 €) al mes para poder comenzar a arrendar una tierras y cultivarlas”.
Y ahora digo yo: ¿hay o no hay formas de celebrar la Navidad, puestos a gastar?
Buenas Fiestas,... (Alfredo Vilchez)
En el ocaso de un año,
la Navidad vuelve a ser para los creyentes
mucho más que la exaltación del regalo
¡ BUENAS FIESTAS !
@ Alfredo Vilchez
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La noche pasó en azul
porque el cielo me llamaba
y en el cielo estabas tú.
Luego, con la madrugada,
el día trajo la luz...
y así supe que soñaba.
@Alfredo Vilchez
Atrás quedaron
los brazos curvos de las olas,
la ronca voz del viento
repleta de afanes y esperanzas,
la espuma viva
y rota entre las crestas
que se abren al paso de la roda.
Ahora es tiempo de palabras,
de la imagen forjada en la leyenda,
de la mirada larga de lejanía,
de la búsqueda de aquella razón de ser
con que el mar abraza siempre
a quien lo siente.
@Alfredo Vilchez.
Nací cuando lo sones de un pasodoble
abrazaban los ruedos en triunfo,
cuando el sol buscaba asiento en los tendidos
y la dorada grava se henchía de pasos y amapolas,
... y seguí el camino.
Fui niño cuando la hombría,
el valor y la fama
cubrían con sus alas de ensueño
mi pequeño horizonte,
... y me sintí interesado.
Germinó mi ser,
en la adolescencia,
con raices profundas,
con la fuertza de cuanto era mio,
sintiendo el gritocolectivo que inmola a la bestia,
la muerte que se troca en arte,
la vida en rojo fuego
cantnado la gloria
... y la ilusión trenzó sus varas con mis deseos.
Crecí,
y los cosos fueron teatros
donde vestían la humana comedia con dorados ropajes,
donde los más,
sin poderlo,
se abrigaban con los trágicos airones de lo pocos,
donde el negocio se excusaba con la tradición
o la intransigencia con el grito,
... y me sentí decepcionado.
Maduré en las alas del dolor y la sinrazón,
aprendiendo que no es bueno el sufrimiento
ni la marea con la que ahogamos la belleza.
Comprendí que el gozo de ver matar
era más gozo que admiración de arte,
que florificaban la muerte
los mismos que no entendían la vida.
Miré a los que miraban, miré al toro.
... y me sentí avergonzado.
Mirando muy hondo de mí mismo
un nuevo aprendizaje cambio el curso.
Y vi la vida con amor,
el cielo con amor,
los bosques con amor,
los animales con amor,
el mundo con amor,
e incluso a la gente con amor,
... y me olvidé de la Fiesta.
... (Madrid, Mayo de 1987)
@ Alfredo Vilchez
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