noviembre 2014

La mano tendida
abarcando el tiempo,
el abrazo antiguo,
el abrazo nuevo,
la abierta sonrisa
que muestra el afecto,
la imagen cercana
donde está el recuerdo,
y una luz de ocaso
que va describiendo
como aún la vida
se engarza en los dedos
y pone delante
la senda del viento
haciéndola cauce
para un nuevo encuentro.

@ Alfredo Vilchez



Con paso tranquilo,
con actitud conforme,
con vista larga y paciencia inmensa,
el pastor vive su tiempo
encajado en el sol de la llanura,
percibiendo cómo las sombras de las nubes
se abrazan a la tierra
o el trueno llena la lejanía
con su sonido oscuro.

Su vida es el silencio,
sólo roto, de tarde en tarde,
por gritos cortos, breves,
casi sin voz,
precisos para encauzar,
en su momento,
la escasa amplitud de su parco mundo
perdido entre remotos horizontes.

@ Alfredo Vilchez



...

Siento la noche crecer en torno a mi
como una niebla negra, 
como un pulso de sombras
donde se enreda el pensamiento
llevando las palabras al borde del silencio
para dejar mi voz en el olvido.

@Alfredo Vilchez


...

Cada jornada, una vida;
cada amanecer, un reto;
cada senda, una esperanza;
con cada paso, un esfuerzo,
cada horizonte, un destino,
y cada ocaso un ensueño
de sentirse libre y vivo
como el aire, como el viento,
en una canción eterna
que hará gozoso el recuerdo.

@Alfredo Vilchez


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